El retorno de un sueño

Desde el momento en que pude tener una cámara en mis manos, supe que la fotografía era algo que me apasionaba. No sabía absolutamente nada acerca de fotografía y para ser sincero, no sé si nuestra maestra de fotografía nos enseñó hace 12 años lo que al principio de la pandemia los grandes expertos en YouTube me enseñaron.

Puedo decir, que no fue hasta que viví en Romania, cuando la pasión por tener mi cámara en mano revivió. Había tantos bosques y colores a mi alrededor que me enfadé conmigo mismo por el hecho de nunca haber invertido en aquel viejo pasatiempo. Así que, inspirado por Linda Schuster, y con su Tamron 24-70mm, tomé mi vieja y amada Nikon d5200 y tomé Sighisoara en mi manos. Oh Sighisoara, cuanto me hiciste revivir en todo lo que tú eres.

Han pasado ya dos o casi tres años desde eso. He reemplazado aquella pequeña DSLR por algo que jamás soñé. Canon y su sistema Mirrorless ha ido más allá de mis sueños. La R5 me ha permitido proyectar mis pensamientos más de lo que llegué a imaginar poder con la fotografía.

En fin… tengo que confesar que aunque he me he empujado a salir de mi zona de confort y he comenzado a trabajar en portraits y en bodas, el landscape siempre será mi pasión. Caminar por ahí con camara en mano y un grano angular, (y un tripié), rodeado de arboles o montañas, siempre será mi deleite.

ISO 1250

f/16

Shutter Speed 1/400sec

Nikon D5200